Godello A Coroa 2015 condecorado con la medalla de plata en los premios Mezquita 2016
Un año más el Godello de A Coroa ha sido reconocido con la medalla de plata en uno de los concursos de vinos más prestigiosos de España.
La fidelidad que Adega A Coroa transmite a este concurso, único que se celebra anual e ininterrumpidamente en Andalucía desde hace veintidós años y uno de los más prestigiosos de España, ha sido firme durante los últimos años.
Con un panel de catadores constituido por profesionales de reconocido prestigio, nacional e internacional, y todos ellos expertos en análisis sensorial que abarcan los distintos campos de la cultura del vino, siempre ha sido enfocado por parte de Adega A Coroa como un marco perfecto para la evaluación de la calidad de nuestros vinos.
En 2016, y refrendando el galardón del pasado año para la cosecha 2014, se ha condecorado con medalla de plata a nuestro A Coroa Godello 2015. En este aspecto, y siendo conscientes de la gran competencia con elaboraciones más complejas, como lías y cepas viejas, desde A Coroa nos mostramos gratificados por seguirse valorando nuestro esfuerzo y honestidad en la elaboración de un vino de la más alta calidad, como es nuestro A Coroa 100% godello.
El A Coroa 100% Godello, procede de seis parcelas seleccionadas entra las mejores de Valdeorras, donde se conjugan una buena orientación sur-suroeste, suelo con marcada inclinación de 15% de pendiente y microclima específico para conseguir una óptima maduración del racimo. La vendimia se realiza de forma manual en cajas de 14 kg y posteriormente se selecciona la uva a su llegada a la bodega.
Esto da lugar a un vino que presenta un color amarillo verdoso cargado de luz, que nos recuerda a flores de hoja verde y plantas de colores atrevidos, amarillos claros.
Posee, a su vez, gran franqueza aromática y excelente intensidad. Con notas muy florales: flor de sauco, acacia y un leve final vegetal que recuerda al hinojo silvestre. Todo se funde con aromas de frutas maduras como el melocotón, pera, manzana. Con una leve oxigenación, los matices de piña y mango aparecen para proporcionar una excelente y elegante complejidad.
Su entrada en boca es potente, donde se marca el carácter de un gran godello fresco y estructurado. Vivo y con una magnífica acidez que nos recuerda al pomelo rojo. Su final es persistente, con un ligero toque mineral y un sutil amargor característico del terruño. Todo esto hace que su postgusto sea largo, sutil y elegante, característico de los grandes blancos gallegos.